El Perifiton

Centro educativo: Liceo La Barra, Localidad La Barra de Maldonado.

Club de ciencia: Mentes Mucosas

Proyecto: El Perifiton

Nível / edades: ciclo básico / 12 a 14 años

Cantidad de integrantes: 10

Orientadora: Anahí Fernandez

Tutora: María José Manivesa

El Liceo La Barra, de tiempo completo, se presentó por primera vez a los Clubes de Ciencia, con el apoyo de la orientadora del taller de ciencias. 

El proyecto de este nuevo club de ciencia tuvo como objetivo estudiar una agrupación biológica que crece en la cañada próxima al liceo, y con el interés de conocer la función ecosistémica y efectos ambientales de esta extraña formación. 

La idea original surgió durante una salida didáctica, donde una sustancia mucosa llamó la atención del grupo, al punto que decidieron enfocar su trabajo en esta. Hicieron búsquedas bibliográficas, recurrieron a un investigador del CURE, realizaron observaciones al microscopio, hasta concluir que se trataba del Perifiton, una agrupación de hongos, bacterias, algas y protozoarios.

En las investigaciones preliminares, encontraron que entre otras funciones, el Perifiton puede filtrar el agua y cumplir una función ambiental importante. Observaron que vive pegado al suelo y se lo encuentra también en la superficie del agua. Al realizar algunas experiencias con agua salada, comprobaron que a este Perifiton le gusta el agua dulce. Observaron su crecimiento y el olor que se desprende del agua en estudio.

Llegaron a plantear una hipótesis de investigación y algunas preguntas que les movilizaron e impulsaron a avanzar… ¿Será que el perifiton es capaz de filtrar el agua? ¿Cuál es la función que esta comunidad de microorganismos está cumpliendo en la cañada? ¿Será importante esta agrupación microbiológica en los cursos de agua naturales? y cuando vemos plantas, juncos, árboles, en los humedales, ¿estarán cumpliendo una función específica y necesaria? Sin duda el Perifiton nos hizo reflexionar mucho…

Además de estas preguntas, sustanciales, nos preguntamos acerca de las características del lugar, ¿por qué crece el Perifiton allí? ¿Qué actividades y características tiene la zona que favorecen el crecimiento del Perifiton? ¿Qué fuentes de alimentación o contaminación podrían estar influenciando este crecimiento?

Todo esto nos llevó a diseñar una metodología de trabajo; cómo sacar las muestras, cómo y qué medir, anotar todo lo que observamos, cuáles podrían ser otros lugares de interés para recolectar más muestras de agua… 

Nos organizamos para sacar muestras entre visita y visita, preparamos los materiales... desde guantes hasta botellas limpias, vasos de bohemia, cucharas, marcadores para rotular las muestras, y filtros de café. Definimos los momentos para sacar y observar las muestras, ya que entendimos que en un sistema vivo esto era clave.

Cuando ya tuvimos suficientes datos para empezar a sacar conclusiones, nos dimos cuenta que es importante considerar las cantidades de muestra, y la forma de obtener el perifiton, para no afectar el color y la turbidez de las aguas muestreadas.

Armamos una tabla a partir de observaciones cualitativas y medidas cuantitativas. Nos ayudamos con una escala de color, turbidez y medidas en la altura de los sólidos suspendidos. En esta etapa tuvimos que comparar una muestra con otra y graficar.

Lo interesante fue cómo se fue dando el proceso, los distintos aportes de cada adolescente, toda la creatividad para desarrollar la metodología con los insumos del laboratorio y otros que pudiéramos tener en nuestras casas o encontrar a nuestro alcance.

En el Congreso, como primeras devoluciones que tuvimos del jurado de Ciencia, el grupo fue reconocido por el pensamiento crítico y trabajo colectivo, además de ser alentado a seguir investigando en esto del rol ecosistémico que ocupa nuestra comunidad de especies diversas, llamada Perifiton.

Continuamos con el foco en demostrar si el perifiton filtra o no ciertos tipos de agua en condiciones determinadas. Repasamos el muestreo, los materiales, posibles errores que podríamos evitar con una mejor planificación, lista de materiales, muestras por duplicado y siempre cuidando los tiempos de muestreo y de medición por esto del trabajo con organismos vivos. 

A la Feria de Ciencia llegamos ya con mucha información sobre la mesa, listos para nuestras conclusiones, habiendo pasado por instancias muy productivas y entretenidas. Logramos demostrar que en el agua de la Laguna del Diario, efectivamente había un cambio en la turbidez y en el color cuando interactuaba con el perifiton y luego de filtrarla. Lo que no ocurrió en el agua sacada del aljibe de una casa, construido con materiales tradicionales.

El grupo de adolescentes hizo una jornada de puertas abiertas del taller de ciencias, donde compartieron con sus demás compañeros y compañeras del liceo de qué trataba su propuesta. Presentaron y contaron acerca de lo que fue la experiencia, los desafíos, las idas y vueltas, la metodología, los resultados y todas las preguntas que surgieran. Un momento raro, distinto, donde ahora ya no había un jurado de por medio, sino una oportunidad para comunicar el trabajo, con sus propias palabras, con todo lo aprendido, sin formatos, más que los que su creatividad les permitiera.

Cerramos el proceso con un encuentro reflexivo y profundo, muy satisfechos con todo el trabajo y lo aprendido. Surgieron algunas reflexiones muy profundas... y se dieron cuenta de todo lo aprendido y de qué forma tan liviana…

Saliendo con el corazón expandido, el grupo, a pesar de no haber pasado a la Feria nacional, decidió seguir trabajando con todas las recomendaciones, y lograron armar un póster científico con las nuevas conclusiones y hasta las reflexiones personales.

Todos sus integrantes participaron, no había respuestas correctas o incorrectas, al principio parecía algo difícil y al final fue fácil y divertido… Valoraron la experiencia práctica y el aprender jugando. 

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